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viernes, 28 de mayo de 2010

Las bragas de la Pantoja

Eso gritaban las gitanas de una parada la primera vez que mi madre me llevo al mercadillo de Sant Adria de Besos. Espectacular.

Montañas de bragas y sujetadores del tamaño de sábanas a buen precio vendidos a voz de grito.

"Venga guapa, que me las quitan de las manos!"

A mi comprar ropa interior no me gusta lo hago una vez cada mucho cuando loq eue n origen eran unas bonitas braguitas se convierten -gracias a la combinacion de la lavadora y la secadora- en un boñigo.

Ese es el pistoletazo de salida para mi compra anual o bianual si tengo suerte de bragas y sujetadores.

Esta compra la simplificio al maximo si el modelo X me va mas o menos bien compro 5 iguales colores y me voy a casa.

Este año, siguiendo el consejo de una de mis pseudo-cuñadas he comprado unas pechuga de pollo.  que? como? si si, pechuga de pollo. Son unos sujetadores de silicona para vestidos sin espalda.

Tiene el mismo color, tacto y consistencia que dos pechugas de pollo, por suerte no huelen igual!!



Segun parece estas pechugitas se pegan a las tetas y mantienen todo en su sitio de forma mas eficaz (y menos dolorosa) que las tiras de esparadrapo (version cutre del invento que yo utilice el sabado je je ).

De momento Laura ya me ha dado el primer consejo, nada de crema hidratante antes porque lo más probable es que entonces la pechuga termine en el plato!!!

1 comentario:

Estrella dijo...

Juas! juas! Es que ho veig tournedo con croustillante de cebolleta al aroma de ajonjoli y...... pechuga de silicona.
Molt bó.
No recordava això de la Pantojo. sort que tu tens memòria