El domingo fuimos al baño Utoquai, uno de los más conocidos de Zurich y muy cerquita de casa.
Esto de los baños es toda una filosofia de vida, se trata de epqueñas construcciones de madera encima del agua, llegas, pagas te pones el bañador y al agua.
Por unas escaleras bajas al agua y si eres valiente puedes ir nadando hasta unas plataformas flotantes donde siempre hay alguno/a suizo/a churruscandose al sol.
El agua estaba poco menos que fresquita pero viendo que nadie gritaba al meterse dentro contenimos nuestras ganas de ir dando saltitos y soltando "arghhh"s para aclimatarnos.
Ida a la plataforma, churruscamiento para recuperar el calor corporal, rescate de una mariposa y vuelta. El agua esta limpisima pero este color verde profundo... impresiona ver señoras de 60 años nadando "lago adentro" con toda tranquilidad.
Los baños tienen un parte mixta y otras dos reservadas para cada genero, hay un bonito bar/restaurante y oh sorpresa no hay tumbonas. El suelo es de madera y la gente se desperdiga y se tumba en el mismo.
Como los suizos son bastante silenciosos la atmósfera es tranquila. O lo era hasta que llegó una numerosa familia de americanos cuyo hijo regordete George pensó que era una buena idea intentar agarrar un cisne por el ganzate.
Una foto del mismo sitio en 1920, excepto por que los bañadores son más caros y más pequeños, ha cambiado muy poco!
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