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miércoles, 5 de octubre de 2011

Haciendo el mono

Llevo varios días sin escribir por que las agujetas de nuestro ultimo invento me impedian subir los brazos más allá de la altura del pezón, podeis imaginaros lo bien peinada que he ido estos días.

Si señor, para Placid no hay nada que una mas que colgarse como un chorizo de una pared rasposa y dejarte los huevos, literalmente, en el intento.

A las afueras de Zurich hay esto , El Gaswerk Kletterzentrum el paraiso de los fanaticos del rocodromo.

Grande no, es enorme y allá donde mires hay suizos colgados como longanizas. Y entre ellos, nosotros.

Ya llevamos 2 clases (sin ellas no puedes ir por tu cuenta) y hemos aprendido muchas cosas.

1. Somos unos tirillas.
2. La gravedad existe de veras no es una ilusión.
3. El color morado en las espinillas me sienta de maravilla. 

Además he aprendido a volar. Increíble pero cierto.

La teoría es que uno sube y el otro aguanta (belaying según el profe, ni papa de como es en castellano) al margen de las cachas y la maña, en teoría hay un límite de diferencia de peso entre ambos, un 50% del peso del más pequeño más o menos. 


Mates básicas: 52 (me he pesado esta mañana mismo para vosotros no os quejéis) * 1,5 = 78.Placid esta por ahí así que estamos en el límite. 


Que pasa cuando el peso esta al limite y la que aguanta es novata con mayúsculas? Que al dejarse caer durante los ejercicios la de abajo vuela y el de arriba se queda sin huevos. 

Muy divertido.


Créditos de la imagen aquí.


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